sábado, 10 de noviembre de 2018

Azahares de Granada



La foto que he colocado viene muy al caso del libro del que ahora voy a contar, tanto por la temática, como por el lugar, desde el mirador de San Nicolás en el Albaicín de Granada, con la majestuosa y fotogénica Alhambra de fondo. Este verano pude terminar de leer Azahares de Granada, del autor catalán Jordi Verdaguer Vila-Sivill, autor de varios ensayos, siendo esta su primera novela. Quise hacerle este homenaje, como agradecimiento a su buen trabajo. Diré que esta es la octava edición y por tanto, no hablamos de un libro acabado de salir, pero en un mar de ofertas, cualquier libro es una gota de agua y no siempre es fácil abrirse camino en este difícil mundo editorial, Azahares merece estar entre los buenos libros que este año he leído. 
¿Qué puedo decir de este libro? Bueno, en estos tiempos en los que tanto se habla de crisis de migración, de intolerancia étnica y religiosa, incomprensión entre civilizaciones, leer una novela que nos lleva a la raíz de la razón de la ruptura entre oriente y occidente se me hacía, como mínimo, necesario. 
Hablamos de un bello libro cuya trama se remonta a los años finales de la reconquista castellana de la península. Aunque en realidad se trata de una novela de aventuras, en la que a un grupo de amigos pertenecientes a una orden de caballeros mozárabes se le encomienda la búsqueda de un tesoro escondido en Granada, perteneciente a la orden y que temen que caiga en manos árabes y salga del país. El grupo de valientes se va abriendo camino hacia el sur, a partir de allí surgen diferentes historias y situaciones que complican el camino y los desvían. Bajo ese pretexto el autor nos introduce en aquella época convulsa, llena de extremistas de un lado y de otro, donde la inquisición, por un lado, las intrigas palaciegas del decadente imperio árabe y otras argucias y luchas de dominación, por otra, la convierten en una época muy peligrosa para la misión encomendada a dichos caballeros. El amor también surge y las tendencias, creencias y costumbres de los que se van uniendo a la caravana de buscadores se entremezclan y salen a relucir en determinados momentos hasta parece que puedan convertirse en la razón para el fracaso de la expedición.  

       El libro lleva un ritmo pausado, pero muy agradable y cómo de leer. El estilo y la narrativa del libro es otro detalle a tener en cuenta, atrapa con un sutil tono propio de la época, un cuidado lenguaje que nos traslada a un tiempo hostil, duro, donde las diferencias de raza, religión y sexo están tan marcadas por la incomprensión, por la intransigencia y por el odio visceral. Sin embargo el libro, lejos de ensañarse en esas cosas nos hacer ver como en medio de aquel turbulento mundo dividido se podían neutralizar esas  diferencias culturales y religiosas.

El autor muestra un gran dominio del tema, de la época, de las costumbres, lenguaje y lugares, un libro desde luego bien trabajado, nada superficial y arriesgando lo necesario para contarnos una historia en parte ajustada a los hechos y otra novelada, pero tan bien conseguida, que no puedes distinguir hechos reales de la ficción.

Este libro nos pone en la tesitura de no saber muchas veces a quien apoyar, pues deja claro que los supuestos libertadores son a su vez los más intolerantes y macabros en sus actos, mientras en el otro lado encuentras personas leales a su humanidad, tolerantes y comprensivos. Pero mientras la reconquista va avanzando se pasa de una liberación a una opresión. Los protagonistas, cuyas circunstancias van cambiando o cuyas tendencias sacan a la luz en los últimos capítulos, tendrán que lidiar entre un lado y otro de la contienda y tomar el sinuoso camino de en medio para conseguir su objetivo, encontrar el tesoro escondido. 
Al final el libro deja un buen sabor de boca, pues muestra la importancia de vivir en un mundo tolerante, que al final en eso consiste la verdadera amistad.  Por eso lo recomiendo este libro, para todos aquellos que desean encontrar una historia diferente, en la que no siempre se juzgue a unos por muy malos y otros como las víctimas, sino que la objetividad sea la pauta, y si ese es el caso, este es su libro.